Nuestros Dones y Llamamientos
Dan Gallagher

Cinco Verdades Fundamentales acerca de Nuestros Dones y Llamamientos
Dan Gallagher
Uno de los períodos más influyentes de mi vida fue a los ocho años que pasé en el sistema escolar Parroquial Católico Romano. Muchas personas que asistieron a esas escuelas pueden atestiguar de que hace cuarenta o cincuenta años la educación a los pies de los sacerdotes y de las monjas era a menudo un asunto que tenía sentido. En su mayor parte, los estudiantes tomaron la escuela en serio, sobre todo porque las monjas sabían inculcar disciplina como un sargento con un pelotón de nuevos reclutas. Al reflexionar sobre las muchas lecciones que aprendí en esos años formativos, me doy cuenta de que una de las más beneficiosas fue la sensación de que todos tienen un don y, como dicen: una vocación de Dios. Se nos explicó que somos todos únicos, y que es tu responsabilidad descubrir tu vocación. Hoy lo veo más claramente, y de una manera mucho más amplia, algunas verdades fundamentales relativas a nuestros dones y llamamientos personales.
La comprensión adecuada de estas verdades con respecto a nuestros dones y llamamientos nos proporciona un marco adecuado en el que vemos nuestros dones personales. También nos anima a descubrir nuestros dones, nos ayuda a honrar y a respetar los dones de las otras personas, y nos motiva a usar nuestros dones para el beneficio de los demás. Estas verdades deben ayudarnos mucho a mantener nuestro lugar en el Cuerpo de Cristo con una perspectiva apropiada. Las verdades elementales que revisaremos son:
1. Sólo hay un Cuerpo.
2. El Cuerpo único está compuesto de muchos miembros.
3. Cada miembro es único.
4. Cada miembro debe trabajar en beneficio de los demás miembros.
5. Cristo es la Cabeza de ese Cuerpo único.
1.- Solo hay un Cuerpo
Todo el mundo debe buscar descubrir sus dones personales y el papel que Dios les ha llamado a hacer. Sin embargo, todo el asunto sobre nuestros dones y papeles personales debe ser visto a la luz del entendimiento de que hay un solo Cuerpo, el Cuerpo de Cristo. [1]
1 Corintios 12:13
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo-- sean judíos o griegos, sean esclavos o libres-- y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Romanos 12:4 y 5
(4) Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
(5) así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Nunca debemos perder de vista que hay un solo Cuerpo. Esto significa que cada persona que nace de nuevo del espíritu de Dios [2] es parte de este único Cuerpo, no importa a qué Iglesia, denominación o grupo pertenezca. Esta es la manera correcta de pensar en comparación a los otros que piensan diferente sobre las Escrituras, porque esta forma de pensar nos da la mayor oportunidad de ayudar y de trabajar por la unidad.
2.- El Cuerpo único está compuesto de muchos miembros
Muchos Cristianos reconocen que el Cuerpo único está compuesto de muchos miembros, pero desde un punto de vista práctico esta verdad parece perderse por el comportamiento de la gente. Una de las maneras en que esto se manifiesta es en la manera en que juzgamos negativamente a los que se difieren de nosotros, simplemente con la base de que ven y hacen las cosas de manera diferente a nosotros. La verdad es que hay muchos miembros en el Cuerpo de Cristo que nos obliga a reconocer que no estamos solos. Al reconocer a los muchos otros miembros en el Cuerpo de Cristo nos damos la oportunidad de ver una variedad de perspectivas además de la nuestra.
Mientras que la unidad se expresa a través del concepto de que hay un Cuerpo, su diversidad se realiza a través del entendimiento de que el Cuerpo tiene muchos miembros.
Efesios 4:25
... porque somos miembros [de un cuerpo] los unos de los otros.
Romanos 12: 4 y 5
(4) Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros...
(5) así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo...
1 Corintios 12:27
Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. [3]
3.- Cada miembro es único
Con esta tercera verdad, que cada miembro es único, doy lugar a que yo y los demás seamos diferentes en nuestros dones y llamados. En el Nuevo Testamento, hay tres secciones de la Palabra de Dios (Romanos 12, 1 Corintios 12, y Efesios 4) que enumeran varios dones. Estas listas no son en absoluto exhaustivas porque sabemos que también hay quienes están dotados como consejeros, bailarines, adoradores, artesanos, etc. En el Antiguo Testamento Dios incluso nos dice cómo Él dotó espiritualmente a Bezaleel como un artesano con todo tipo de arte En metales, piedra y madera. [4] No hay razón para creer que Él no haga lo mismo hoy en el Cuerpo de Cristo.
La diversidad de todos los miembros permite la especialización en nuestras funciones.
Romanos 12:4
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función [labor]...
No sólo sería aburrido, también sería muy tedioso si todos fuéramos iguales y nos pareciéramos e hiciéramos lo mismo. La gran variedad entre los diversos miembros permite que cada uno de nosotros persigamos nuestras pasiones. Tener una comprensión adecuada de esta verdad nos proporciona la mayor oportunidad de respetar y honrar las diferencias individuales de cada uno. El carácter distintivo de cada miembro crea un tapiz de color y tonalidad. Somos un caleidoscopio de gracia que, a través de nuestras combinaciones diversas, revela la gran bondad de Dios.
4.- Cada miembro debe trabajar en beneficio de los demás miembros.
A pesar de nuestra individualidad, debemos trabajar para el beneficio mutuo de todos los miembros. Dios nos ha dado todos los dones especiales que debemos usar para servirnos el uno al otro.
1 Pedro 4:10
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme [en sus formas variadas de servicio] gracia de Dios.
Esto es porque tenemos una variedad de dones que podemos ministrar (servir) Su gracia a los demás en una variedad de maneras. Un maestro proporciona un beneficio al Cuerpo que es muy diferente al de un consejero, o al de un servidor de mantenimiento o al de un administrador. A pesar de que servimos de manera diferente, nuestro servicio debe ser para el beneficio de los demás, porque nos pertenecemos los unos a los otros. Una parte del Cuerpo no puede correctamente negar la otra parte.
Romanos 12:5
así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Dentro del Cuerpo de Cristo debemos tener un interés mutuo por cada otro miembro en todo lo que hacemos. Esta verdad se expresa maravillosamente a través de las diversas secciones de la Palabra de Dios, por ejemplo:
Romanos 12:16
Unánimes [vivir en harmonía] entre vosotros...
5.- Cristo es la cabeza de ese Cuerpo único
La salud del cuerpo humano depende en gran medida de todos los diversos sistemas que trabajan armoniosamente juntos. En el cuerpo humano es la responsabilidad de la cabeza (el cerebro) coordinar los diversos sistemas físicos, químicos y neurológicos. De la misma manera, nuestra conexión con la Cabeza, Jesucristo, es lo que nos mantiene trabajando en armonía.
Efesios 5:23
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Colosenses 1:18
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia...
Serios problemas se desarrollan en el Cuerpo de Cristo cuando perdemos conexión con la Cabeza. Esto sucede cada vez que nos volvemos a hacer las cosas a nuestra manera (idolatría y orgullo) en vez de seguir el ejemplo del Jefe (la cabeza, Cristo).
Colosenses 2:18 y 19
(18) Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad [orgullo] y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,
(19) y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.
Cuando se trata de nuestros dones y llamamientos, al orgullo no se le puede dar ninguna cabida. Esta verdad queda clara cuando Dios provee un diálogo ficticio entre las partes del Cuerpo en 1 Corintios 12: 14-22. Esta sección comienza con el pie quejándose de que si porque no es la mano no es parte del cuerpo. Este es el síndrome de "no soy lo suficientemente bueno". Esto está realmente enraizado en una estimación desvalorizada del yo, que es una manera de mostrar el orgullo. El otro extremo se representa cuando el ojo le dice a la mano: "¡No te necesito!" (1 Corintios 12:21). Este es el síndrome de "Yo soy mejor que tú", que también es orgullo. El hecho es que en el Cuerpo de Cristo nadie debe mirar hacia arriba o hacia abajo sobre el otro. Todos debemos mirar a Cristo como la Cabeza y trabajar para servirnos los unos a los otros con los dones que hemos recibido.
En una orquesta hay cientos de instrumentos individuales, cada uno de los cuales suenan, lucen y operan de maneras diferentes. Su capacidad de hacer música hermosa depende de los músicos que toman su ventaja al ejecutarlos. De la misma manera, en el Cuerpo de Cristo nuestra diversidad puede demostrar la belleza de la gracia de Dios cuando todos nos servimos los unos a los otros con nuestros diversos dones de gracia, tomando nuestra dirección de Cristo, la Cabeza.
Notas finales
[1] Efesios 4: 4. Véase también Efesios 3: 6: " que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio".
[2] Creemos que una persona recibe el nuevo nacimiento cuando confiesa que Jesús es el Señor y cree que Dios lo resucitó de los muertos de acuerdo con Romanos 10: 9 y 10.
[3] Versículos adicionales que expresan esta verdad son: 1 Corintios 12:12, " Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. "; 1 Corintios 12:14, " Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos."
[4] Éxodo 31: 2-5:
(2) Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;
(3) y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,
(4) para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,
(5) y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor. "